Es el primer largometraje dirigido por el guionista cubano Carlos Lechuga.
Melaza es el nombre del pueblo imaginario donde se desarrolla la trama de
esta película. Utilizó ese término porque es el residuo viscoso de la
fabricación de la caña de azúcar y en ese pueblo había un central azucarero,
principal actividad económica que le había dado vitalidad durante muchos años,
pero ahora los habitantes han de aprender a sobrevivir con los residuos de ese
época.
Esta película muestra la complejidad económico-social de Cuba de hoy y el
impacto del pasado.
Es también una historia de amor entre una mujer fuerte de 35 años Mónica,
la única trabajadora de un central desmantelado que
revisa únicamente el funcionamiento de las máquinas y un hombre Aldo más joven,
más inocente, un maestro que da clases de natación en una piscina vacía y enseña
en una escuelita desconchada.
La pareja está confrontada a las dificultades inmensas de la vida. Va hasta
sacrificar su integridad para sobrevivir en un lugar donde se erosionaron las
condiciones materiales, los valores morales, hay incertidumbre del futuro pero
incluso en medio del desastre no pierden el deseo de inventar, de
encontrar soluciones.
Sentí aburrimiento porque el ritmo es lento, a veces demasiado. También
desesperanza ante la lucha diaria sin jamás poder evadirla. Sin embargo Melaza
sugiere que todo en la vida es amoldarse a las circunstancias.
Tiene un humor irónico difícil pero permite a través de la risa hacer reflexionar.
Tiene un humor irónico difícil pero permite a través de la risa hacer reflexionar.
Sylvie L.
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire