Avenue de 8
Mai 1945. Vitry-sur-Seine, Paris.
Pejac nos hace comprender lo explosivo
que fue la Obra de Manet para la gente
del siglo XIX. Así ver a una mujer desnuda, en compañía de hombres vestidos era
subversivo .Además representar una mujer normal, con sus imperfeccionas y
no una diosa idealizadas inaccesible en los cielos .una mujer que tiene la
desfachatez de mirar a los espectadores en los ojos, con los suyos, negros e
intensos era muy atrevido. Era como armar un explosivo que proyectaba los
pigmentos en todas las direcciones y los que miraban temían verse manchados
también por el posible deseo en esa mirada y en las suyas. Pero era el precio
para cruzar la mirada con una mujer tan extraña. Bruno
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