Este primer largometraje de Sebastián Sepúlveda es una adaptación de
la verdadera historia de tres hermanas pastoras en el Altiplano en 1974.
Como pudo imaginar que mientras tenía treinta y pico, y vivía como
una mujer libre en un ambiente ligero, suave y privilegiado, al mismo tiempo,
tres mujeres sin edad, residen en el norte de Chile, en condiciones similares a
las de la edad de piedra, totalmente en simbiosis con la naturaleza, como si
hicieran parte integral de ella, como si fueran modeladas por el viento, por el
polvo, por las rocas y por las espinas de los escasos matorales.
Justa, Luciana y Lucía viven de manera matriarcal
y arcaica, como si fueran programadas desde siempre, repitiendo cada día
los mismos gestos, cuidando a sus cabras, guiándolas, ordeñándolas, haciendo
quesos. ¿Para quién? Nadie los comprara, en un lugar lejos de todo y de
todos, a 4000 m de altitud, donde el oxígeno es raro en un paisaje
mineral, austero aunque magnifico y esplendido. Las pocas palabras que intercambian,
todas lacónicas, se pierden en el viento soplando sin descanso. Preguntas sín
respuestas, ojos abiertos y tenebrosos en la obscuridad de la noche ,
« los rucas » , que sirven de casa, una alimentación
probablemente rudimentaria, tales son los condiciones rústicas, que estas
mujeres sin gracia, vestidas como hombres, soportan sin lamentarse, sin
rebelarse, sin intentar de experimentar otra vida … « Un lugar donde
anida la tristeza » habría dicho J.Rulfo …
Sebastián Sepúlveda describe de manera muy sobria,
precisa y respetuosa, el mundo ancestral de los « Coyas »
amenazados por la ley de Pinochet sobre la erosión, que se
propone destruir los rebaños que acusados de ser los responsables
de la desertización de las tierras. Perdiendo los pocos habitantes
su único medio de sobrevivir, abandonan sus tierras, aislando un poco más
a las tres hermanas que no tendrán ninguna razón para proseguir su
laborioso camino.
La fotografía de la película es espléndida, y fue
premiada, las actrices muy buenas (una de ellas, Digna Quispe es la
propia sobrina del personaje de Justa, el papel de Lucía es interpretado por
Francisca Gavilán que la habíamos apreciado en la película
« Violeta », el tema es apasionante… Para mi, falta alguna
cosa … Pensándolo bien... Aunque basada en hechos reales , el
cine debe ser también obra de ficción. Sabía desde el principio que se
trataba de un drama, pero me hubiera gustado mucho que la chispa sorprendida en
los ojos de Lucia, la más joven de las tres, y que demostraban su curiosidad, su
interés por los otros, su gana de vivir, de ser un poco más femenina, hubieran
sido recompensados en cualquier momento de la historia … Me hubiera
gustado mucho ver una sonrisa en su rostro… pensar que la corriente del
río en su pelo negro, rizado y brillante fuera sinónimo de renacimiento…
Pero no… « Es un lugar
donde anida la tristeza »… y salí del cine exhalando un profundo
suspiro…
A.P.
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