mardi 9 septembre 2014

Las niñas de Quispe



Este primer largometraje de Sebastián  Sepúlveda es una adaptación de la verdadera historia de tres hermanas pastoras en el Altiplano en 1974. Como  pudo  imaginar que mientras tenía treinta y pico, y vivía como una mujer libre en un ambiente ligero, suave y privilegiado, al mismo tiempo, tres mujeres sin edad, residen en el norte de Chile, en condiciones similares a las de la edad de piedra, totalmente en simbiosis con la naturaleza, como si hicieran parte integral de ella, como si fueran modeladas por el viento, por el polvo, por las rocas y por las espinas de los escasos matorales.
Justa, Luciana y Lucía viven de manera matriarcal y arcaica, como si fueran programadas desde siempre,  repitiendo cada día los mismos gestos, cuidando a sus cabras, guiándolas, ordeñándolas, haciendo quesos. ¿Para quién? Nadie los comprara,  en un lugar lejos de todo y de todos, a  4000 m de altitud, donde el oxígeno es raro en un paisaje mineral, austero aunque magnifico  y esplendido. Las pocas palabras que intercambian, todas lacónicas, se pierden en el viento soplando sin descanso. Preguntas sín respuestas, ojos abiertos y tenebrosos  en la obscuridad de la noche , « los  rucas » , que sirven de casa, una alimentación probablemente rudimentaria, tales son los condiciones rústicas, que estas mujeres sin gracia, vestidas como hombres, soportan sin lamentarse, sin rebelarse, sin intentar de experimentar otra vida … « Un lugar donde  anida la tristeza »   habría dicho J.Rulfo …
Sebastián Sepúlveda describe de manera muy sobria, precisa y respetuosa, el mundo ancestral de los « Coyas » amenazados   por la ley de Pinochet sobre la erosión, que se propone  destruir los rebaños que acusados de ser  los responsables de la desertización de las tierras. Perdiendo los  pocos  habitantes  su único medio de sobrevivir, abandonan sus tierras, aislando un poco más a las tres hermanas que no tendrán  ninguna razón para proseguir su laborioso camino.
La fotografía de la película es espléndida, y fue premiada, las actrices muy  buenas (una de ellas, Digna Quispe es la propia sobrina del personaje de Justa, el papel de Lucía es interpretado por Francisca Gavilán que la habíamos apreciado en la película « Violeta », el tema es apasionante… Para mi, falta alguna cosa … Pensándolo bien... Aunque basada en hechos reales , el cine  debe ser también obra de ficción. Sabía desde el principio que se trataba de un drama, pero me hubiera gustado mucho que la chispa sorprendida en los ojos de Lucia, la más joven de las tres, y que demostraban su curiosidad, su interés por los otros, su gana de vivir, de ser un poco más femenina, hubieran sido recompensados en cualquier momento de la historia … Me hubiera gustado mucho ver una sonrisa en  su rostro… pensar que la corriente del río en su pelo negro, rizado y brillante fuera sinónimo de renacimiento…
Pero no… « Es un lugar donde anida la tristeza »… y salí del cine  exhalando un profundo suspiro… 
                                                                                                                                                A.P.

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