vendredi 4 décembre 2015

Querencia

Las sensaciones del reencuentro comienzan a altas horas de la madrugada, cuando uno abre un poco la cortina de la ventanilla del avión y ve... la cruz del sur!  Uno se siente como que ya está llegando a los cielos conocidos, al patio de su casa.
Después al aterrizar es el aire caliente y húmedo que acaricia, y un cierto desorden, entonces tomas conciencia de que ya está, ya llegaste...
Después de varios asados y las típicas empanadas, emprendemos un viaje al noroeste argentino, porque claro el reencuentro es con la Argentina.
Las provincias de Salta y Jujuy, cuentan entre las que más han guardado sus tradiciones, tienen muchas comidas a base de maíz, carne de llama, quesos de cabra, locro, tamales, asado de cabrito, quínoa, dulce de coyote etc... y el tiempo no corre, como el nuestro, pasa simplemente.


Camino a Cafayate Salta
El Norte tiene la puna, que es un territorio de soledad y silencio, por algo las canciones de los poetas populares de la región (que los hay muchos) se inspiran en ellos.


 Hay muchas cosas para ver y descubrir, los vinos de Cafayate, los colores del Paseo  de los colorados en Purmamarca, los colores y las formas de la Cuesta del Obispo, y de la Quebrada de las Conchas, en los valles Calchaquíes, pero lo que no hay que perderse es Uquia (cerca de Tilcara) donde se pueden ver en su iglesia los Santos Arcabuceros, que vienen de la escuela de Cuzco, y que fueron pintados por los aborígenes siguiendo las indicaciones de los españoles, estos santos son muy particulares, se puede decir que de santos sólo tienen las alas, el resto, parecen personajes de la corte ricamente ataviados, y armados con arcabuces.


Hay más para contar, pero mejor aún es ir a verlo... ¡Feliz viaje entonces!
                                                                                               Marta

1 commentaire:

  1. Me gusta mucho la frase : "y el tiempo no corre, como el nuestro, pasa simplemente"...

    Santi

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