Este sistema de
transporte fue inaugurado por el entonces Presidente de Venezuela General
Marcos Pérez Jiménez el 29 de septiembre de 1955 y puesto en servicio casi un
año después en abril de 1956, el teleférico estuvo funcionando hasta finales de
la década de los 70, luego tuvieron que cerrarlo debido al deterioro de sus
instalaciones.
Hubo varios intentos de reabrirlo
en el año 1986 hasta 1990. Luego se consiguió otra vez abrirlo en el año 2000
cuando el gobierno lo entregó en concesión junto con el Hotel Humboldt
y las instalaciones llevaron el nombre de Parque Ávila Mágica a la compañía Inversora
Turística Caracas.
En agosto de 2007 la concesión
fue revocada aduciendo que la compañía privada no había cumplido con la promesa
de la restauración del Hotel Humboldt y la reconstrucción del segundo tramo
original El Ávila-Macuto, en consecuencia el sistema regresó nuevamente a
manos del Estado, siendo rebautizado en octubre de 2007 con el nombre Warairarepano
así llamaban los indígenas al Ávila, su significado era la tierra de las dantas
o tapires común suramericano debido a la gran cantidad de mamíferos de esta especie que poblaban las montañas.
Las cabinas no se detienen para que los pasajeros suban.
En el suelo hay enumerados unos circulos amarillos para indicar donde la gente
tiene que espera para subirse. Tiene una capacidad para ocho personas.
Cuenta con más de
70 cabinas que hacen el recorrido de 3,5 kilómetros y una altura de
1100 metros sobre la capital venezolana en unos 15 - 20 minutos.
Tenemos desde la
altura una vista maravillosa de la ciudad y nos cruzamos con cabinas que
bajan a los caraqueños que ya han disfrutado del pulmón vegetal.
Cuando nos volteamos, podemos ver como nos acercamos al magestuoso parque.
En la cima se encuentra el hotel Humboldt que está a una altura de 2.140 metros sobre el
nivel del mar, su arquitectura está compuesta por una torre circular de sesenta
metros que permite una vista de 360º. Posee catorce pisos donde se distribuyen
setenta habitaciones que ofrecían una excelente vista de la ciudad.
El hotel no está en funcionamiento y sirve principalmente como sala de eventos, desde fiestas hasta
matrimonios.
El parque
rodea literalmente todo el extremo norte de Caracas. Pueden
realizarse actividades diversas, ser utilizado como lugar para entrenarse
físicamente debido a sus pronunciadas pendientes, o recorrer sus caminos para
entrar en contacto con su abundante naturaleza.
La vista de la ciudad de Caracas lejana y silenciosa, los cultivos, los pueblos pequeños y si hace un buen tiempo poder admirar la costa del caribe en todo
su esplendor. Finalmente bajar al atardecer y tener la ciudad a sus pies.
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