En una pared de
ladrillos encalada, la sombra del pintor crea las ramas y el follaje de una
planta trepadora.
La delicadeza del follaje y su color suave, en oposición con la sombra del pintor y de su cacharro de pintura, crean una dimensión, una profundidad concretizada en el punto donde el pincel traza la continuación de la rama.
Parece que el
follaje liviano, puesto arriba, esta creciendo, envolviendo la imagen negra del
pintor bajado abajo de la pared.
La creación parece
vivir a partir del pincel del pintor del cual vemos únicamente el esbatimento.
Pequeño poema
Con
la sombra de su pincel
Crea
Pejac una vida
Y
la pared encalada
Se
anima merced a el
Los
follajes colorados
Con
la tinta encobrada
Y
con arte dibujados
Cubren su sombra bajada.
De
la pared encalada
La
vida parece salir
Y
cada hoja pintada
Es
promesa de porvenir.
Guy
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