La niña en el columpio por encima del muro
Esta obra de Pejac me gusta mucho porque me da una sensación de libertad,
aunque la imagen es muy triste. Todo es gris, el muro está en medio de nada, la
chica está sola, no hay nadie alrededor, debe ser el otoño porque el árbol no
tiene hojas. El muro da la impresión que se desenrolla como una cinta hasta el
infinito. Este muro parece alto y infranqueable, excepto para la chica en el
columpio que puede decidir que lado eligir.
Por ahora, no hace nada, sentada en el balancín,
parece disfrutar del momento, está por encima de todo dominando y desafiando el
muro, y parece que este momento durara para siempre.
Este muro me recuerda el muro de
Berlín hoy destruido y que celebra este mes el 25 aniversario de su caída.
Cuántos muros en el mundo siguen separando las poblaciones, cuántos dramas,
cuántas historias de vida se cuentan.
Agnès
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