mercredi 24 février 2021

El mito del Quijote en la novela Tristana de Benito Pérez Galdós y especialmente en el personaje de Don Lope Garrido.

   Aunque no aparece muy explícitamente y aún menos formalmente, la figura de Don Lope Garrido está vinculada a lo largo de la novela a la figura del Quijote.  Más en la novela que en la película de Luis Buñuel.

Tenemos un ejemplo muy claro  en el capítulo 2, con el narrador diciendo :

« la caballerosidad de don Lope, como fenómeno externo, bien a la vista estaba de todo el mundo ; jamás tomó nada que no fuera suyo, y en cuestiones de intereses llevaba su delicadeza a extremos quijotescos . »

Para que no quede duda, echemos un vistazo a la primera frase de la novela Tristana y la primera frase de Don Quijote  de Cervantes.

En Tristana de Galdós:

En el populoso barrio de Chamberí, más cerca del Depósito de Aguas que de Cuatro Caminos, vivía, no ha muchos años, un hidalgo de buena estampa y nombre peregrino, no aposentado en casa solariega, pues por allí no las hubo nunca, sino en plebeyo cuarto de alquiler de los baratitos, con ruidoso vecindario de taberna, merendero, cabrería y estrecho patio interior de habitaciones numeradas.

En Don Quijote.

En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor.  

Por si fuera poco, las semejanzas van más allá:

Don Quijote vive con un ama de llaves y una joven sobrina.

Don Lope vive con una vieja criada y une jovencita a la que muchos toman por su sobrina.

Repetidamente el texto presenta a don Lope en hidalgo.

No siempre pero sí a menudo Galdós retrata a Don Lope como una reencarnación de Don Quijote, se nota discretamente en la escena en la que extravía a los policías que persiguen al ladrón.

Otro rasgo común tenemos en la constatación de que, también Don Lope como Don Quijote son anacronismos en sendas épocas.

Don Lope con su código del honor  exige que  el deshonor no puede ser lavado  sino con la muerte del  ofensor. Lamenta que ya no puede resucitar  la caballería. Desprecia del "vil metal" es decir el dinero y el materialismo.

Los dos personajes  hacen prueba de generosidad no obstante el prejuicio hacia sí mismo.

 La madre de Tristana:

La viuda de Reluz había sido linda antes de los disgustos y trapisondas de los últimos tiempos. El cerebro no funcionaba como Dios manda, y, en suma, que a la pobre Josefina Solís le faltaban casi todas las clavijas que regulan el pensar discreto y el obrar acertado. Dos manías, entre otras mil, principalmente la trastornaban: la manía de mudarse de casa y la del aseo. Cada semana, o cada mes por lo menos, avisaba los carros de mudanzas, que aquel año hicieron buen agosto paseándole los trastos por cuantas calles y rondas hay en Madrid. Todas las casas eran magníficas el día de la mudanza, y detestables, inhospitalarias, horribles ocho días después. En esta se helaba de frío, en aquella se achicharraba; en una había vecinas escandalosas, en otra ratones desvergonzados, en todas nostalgia de otra vivienda, del carro de mudanza, ansia infinita de lo desconocido.

En la hora de morir, Josefina recobró, como suele suceder, parte del seso que había perdido, y con el seso le revivió momentáneamente su ser pasado, reconociendo, cual don Quijote moribundo, los disparates de la época de su viudez y abominando de ellos. Volvió sus ojos a Dios, y aún tuvo tiempo de volverlos también a D. Lope, que presente estaba, y le encomendó a su hija huérfana, poniéndola bajo su amparo, y el noble caballero aceptó el encargo con efusión, prometiendo lo que en tan solemnes casos es de rúbrica. Total: que la viuda de Reluz cerró la pestaña, mejorando con su pase a mejor vida la de las personas que acá gemían bajo el despotismo de sus mudanzas y lavatorios; que Tristana se fue a vivir con D. Lope, y que este… (hay que decirlo, por duro y lastimoso que sea) a los dos meses de llevársela aumentó con ella la lista ya larguísima de sus batallas ganadas a la inocencia.

Expresión: Hacer alguien el, mi, tu, su, etc., agosto: locs. verbs. coloqs. Hacer negocio, lucrarse, aprovechando   ocasión oportuna para ello.

Muerte de Don Quijote:

—Señores —dijo don Quijote—, vámonos poco a poco, pues ya se acabaron las ilusiones, han cambiado las circunstancias. Yo fui loco y ya soy cuerdo; fui don Quijote de la Mancha y soy ahora, como he dicho, Alonso Quijano el Bueno. Pueda con vuestras mercedes mi arrepentimiento y mi verdad volverme a la estimación que de mí se tenía, y prosiga adelante el señor escribano.

»Iten, es mi voluntad que si Antonia Quijana mi sobrina quisiere casarse, se case con hombre de quien primero se haya hecho información que no sabe qué cosas sean libros de caballerías; y en caso que se averiguare que lo sabe y, con todo eso, mi sobrina quisiere casarse con él y se casare, pierda todo lo que le he mandado, lo cual puedan mis albaceas distribuir en obras pías a su voluntad.

  Cerró con esto el testamento y, tomándole un desmayo, se tendió de largo a largo en la cama. Alborotáronse todos y acudieron a su remedio, y en tres días que vivió después deste donde hizo el testamento se desmayaba muy a menudo. Andaba la casa alborotada, pero, con todo, comía la sobrina, brindaba el ama y se regocijaba Sancho Panza, que esto del heredar algo borra o templa en el heredero la memoria de la pena que es razón que deje el muerto.

Y  no podemos terminar sin hacer referencia a la famosa frase refrán que pronuncia Don Lope y que es directamente extraída del Don Quijote, Parte II Capítulo V:
             "La mujer honrada, la pierna quebrada y en casa…"
            Don Lope dio la versión corta porque la frase original continua así :
            "… y la doncella honesta, el hacer algo es su fiesta".

En la película, apunté unos cuantos refranes y dichos. También en el Quijote son numerosos, y es Sancho Panza a quien le gusta más expresar su pensamiento de tal manera, a tal punto que Don Quijote tuvo que reprocharle con lo comprobamos con la cita: 

"No más refranes, Sancho, pues cualquiera de los que has dicho basta para dar a entender tu pensamiento
 [...] Mira, Sancho: yo traigo los refranes a propósito, y vienen cuando los digo como anillo en el dedo;
[...] y el refrán que no viene a propósito, antes es disparate que sentencia"
El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha (1605). Segunda parte, capítulo LXVII.

Es lo mismo que haberle dicho : "Hombre refranero, hombre majadero"
se dice para afear a quien abusa de los dichos sentenciosos porque con ellos busca la explicación a cualquier acto o pensamiento.. Sin embargo hay que suavizar esa opinión (Ver aquí).

 

Veamos los refranes, dichos o expresiones que aparecen en la  película Tristana

1) El que no lo hereda no lo hurta: Es el equivalente de : "De tal palo tal astilla" (más usado)

2) Qué esté muerto el diablo: Mientras dure la vida

Contexto:

- MUJER :  ¿Tan viejo?

- DON LOPE : ¡No tanto, no tanto...!

                         ¡Que esté muerto el diablo!  (mientras dure la vida)

 3) La mujer honrada, pierna quebrada, y en casa: Refrán que aludía al comportamiento que se  esperaba de una mujer.

4) Llevar la sartén por el mango: Ser quien manda , ser quien corta el bacalao.

5) Otro gallo cantaría: Las cosas serían diferentes (favorablemente).

6) A mí no me pone el gorro nadie: Poner el gorro a alguien significa engañarlo.

7) Seguir en sus trece: Obstinarse de forma terca en sus propósito u opinión, pese a que los argumentos en contra sean sólidos o   irrefutables. 

8) Ciertos son los toros: Para afirmar la certeza de algo, por lo general desagradable, que se temía se     había anunciado  (¡Entonces, era verdad!)

9) Para todo hay gustos: Significa que cada ser humano es libre de opinar, desear o gustar de lo que quiera.

Equivalentes:    "Para gustos  (hay) colores "

                          "De gusto no hay nada escrito"

                          "Entre gustos no hay disgustos " (Colombia)

VOCABULARIO:

 de mucho ringo-rango :  Con  adorno superfluo y extravagante. (en la película se habla de una mujer cuyo marido fue desafiado y matado por don Lope)

engorro : Obstáculo, molestia (Además eso de tu luto es un engorro para todo).

adefesio: Persona muy  fea

jeringonza : Lenguaje complicado  (francés:  charabia)

 

    Benito Pérez Galdós

   (Las Palmas de Gran Canaria, 10 de mayo de 1843  -  Madrid, 4 de  enero de 1920).

    En las novelas de Galdós la ciudad se convierte en un gran     observatorio y Madrid será el centro de sus historias. Contempla una aristocracia en declive, una burguesía ascendente, y un pueblo desesperado. La novela está ahí, en las calles y plazas de la capital.      

                                                                                                                                          Felipe