lundi 29 décembre 2014

Una obra de Pejac


Avenue de 8 Mai 1945. Vitry-sur-Seine, Paris.
Pejac nos hace comprender lo explosivo que fue la Obra de Manet para  la gente del siglo XIX. Así ver a una mujer desnuda, en compañía de hombres vestidos era subversivo .Además  representar una mujer normal, con sus imperfeccionas y no una diosa idealizadas inaccesible en los cielos .una mujer que tiene la desfachatez de mirar a los espectadores en los ojos, con los suyos, negros e intensos era muy atrevido. Era como armar un explosivo que proyectaba los pigmentos en todas las direcciones y los que miraban temían verse manchados también por el posible deseo en esa mirada y en las suyas. Pero era el precio para cruzar la mirada con una mujer tan extraña.                                                                                                                                                                     Bruno          

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