mercredi 4 mai 2016

A mí, me encanta Gaudí...

¡A mí me encanta Gaudí con su estilo tan extravagante respeto a la arquitectura y la decoración!
Tuvimos la suerte de hacer una visita guiada, con una guía agradable y muy animada.
¡No más que una hora, qué lástima: tuvimos que respetar el horario!
Gaudí nació en Reus (Tarragona) en 1852. Se matricula en la Escuela de Arquitectura de Barcelona en 1878.
Llegó a trabajar en un período en el cual Barcelona se reformaba: se echaban a bajo las antiguas murallas para nuevas construcciones donde  iban a desarrollarse nuevas técnicas como hilería y  mecánica. Lo gótico le influyó; mezcla este estilo con el árabe mudéjar.
¿Gaudí? Todos conocen su obra maestra, La Sagrada Familia, esa iglesia que siguen construyendo un siglo tras su muerte (en 1915, atropellado por un tranvía) siguiendo sus ideas pero con los materiales y las técnicas actuales.
Para mí, la Sagrada Familia es un encanto, una perfección.
Para conseguir esa perfección, tuvo Gaudí un « laboratorio »:
§     Recibe el encargo de unas obras por parte de la ciudad de Barcelona : los portales de hierro forjado del parque de la Ciutadella, los faroles de la Plaza Real, una fuente en la ciudad vieja
§     Recibe también el encargo de unas cuantas obras por parte de gente rica : la tienda de un fabricante de guantes para la Exhibición universal en París, que empieza a hacerle famoso,
y las casas de los señores Vicenz, Miralles, Batlló, Milá y Güell…
§     Además trabaja Gaudí por la Iglesia : el palacio episcopal d’Astorga, el colegio Teresiano de Barcelona

Por lo tanto, cuando empieza Gaudí una construcción, estudia cómo la va a integrar en el medio ambiente; dice que la construcción sólo estará acabada  cuando la fachada, los  detalles, los ornamentos y toda la decoración interior fueran acabados.
Todas las realizaciones anteriores le sirven a Gaudí para La Sagrada Familia  (5 naves, una cruz, una ábside con deambulatorio, un claustro, 18 torres (al final), 3 fachadas representando las 3 etapas de la vida del Cristo); la obra evalúa como evalúan sus demás obras: Gaudí realiza planes pero no tiene directora, trabaja con esbozos que se suceden.
Entramos en la Basílica, bañada de luz. Cuando le sustituyeron al arquitecto de la cripta, Gaudí trató reorientar el edificio para que la Fachada del Nacimiento fuera a la salida del sol, la Fachada de la Pasión al ocaso.
Ahora, poco se utiliza la iglesia mientras siguen las obras; hay que notar el « baldaquino » majestuoso, alumbrado por la cúpula  encima del altar mayor, a la cruz de las naves.
 En la Sagrada Familia, repite Gaudí la cúpula con ojos que estudió en el Palacio Güell, que había situado en el centro del edificio para dar claridad al salón.
Cuando uno entra en La Sagrada Familia, puede pensar que está dentro de una selva de altos robles.
Las columnas son muy elegantes, rectas, finas y casi frágiles, de pórfido, granito o piedra de Montjuic.  Gaudí las dibujó con mucha precisión, estudiando con modelos (de yeso o con hilos). Para él, no hace falta un contrafuerte para sostener la carga del edificio, utiliza el arco « con cadena » y crea un arco hiperboloide (¡cálculos muy difíciles de proprio matemático que era!) y pequeños arcos que se pueden ver como ramas.
Efecto de luz en el interior
Cada columna tiene su « nudo » (lo que llamaríamos capitel) en el cual se sitúan blasones como los del arzobispo de Tarragona o los cuatro evangelistas.
El resultado es impresionante y cada uno se pregunta lo qué Gaudí hubiera construido  con la técnica que disfrutamos hoy día.
El día que visitamos, las vidrieras del transepto daban  colores muy vivos que animaban el edificio. Joan Vila Grau las está realizando según el simbolismo que decidió Gaudí.
Notamos también los « ojos » que darán luz una vez las flechas acabadas de construir y que por ahora van tapados.
Dando la vuelta, pasamos delante del interior de la puerta principal: en bronce, es muy digna de interés, con el Páter Noster en catalán de un artista catalán, Subirachs.
Vemos también  unas cuantas piezas de hierro forjado (rejas y candelabros, la pila de agua bendita) pero poca decoración: unas esculturas de piedra, el juego de la banderilla de los balcones, como si la sobriedad del interior daba más relieve a la decoración de las fachadas.
En la fachada del Nacimiento, de la Pasión, de la Gloria  Gaudí expresa su fe que era muy intensa. El estatuario es diverso y muy detallado: referencias a la liturgia, representación de la naturaleza (animales, flores, hojas), de oficios o innovaciones.
Al iniciar la visita nos paramos delante de la  fachada del Nacimiento, acogidos por las tortugas marítima y terrestre, símbolo de lo que no cambia. Leemos la vida de Jesús y los dogmas del catolicismo. Varios fueron los artistas que esculpieron esas esculturas según las indicaciones de Gaudí respeto a su forma y a su posición.
Al final de la visita, nos paramos en frente de la Fachada de la Pasión. La realizó Subirachs en 1989, respetando la idea y los dibujos de Gaudí con su estilo propio ángulos, perfiles marcados. En « nichas » delimitadas por columnas que se parecen a huesos (¿la Casa Batlló?) el escultor representa la historia de la Pasión en tres planes; a los pies de Judas añade el cuadrado mágico (la suma de todas las líneas es la edad de Cristo).
Casa Milá o La Pradera
Para entender el desarrollo del trabajo de Gaudí en la Sagrada Familia es preciso visitar los modelos – a pesar de que casi todos han sido reconstruidos y visitar el Claustro (sólo una parte ha sido construida) que envuelve la Basílica, idéntico al que dibujó para el Colegio Teresiano.
Mientras trabajaba en la Sagrada Familia Gaudí seguía trabajando como arquitecto « privado ».  Por eso dicen que estudió las torres cónicas de La Sagrada Familia en la Casa Calvet; dicen que las aberturas de los campaniles de La Sagrada Familia son las mismas que la Pedrera, mismo número de columnas, elevación « en forma de hélice », que sus escaleras son las mismas que en la Casa Milá.
Las torres y los campanarios van cubiertos de « trendicas », piedras y cerámica como los techos de las chimeneas esculpidas de la casa Milá, de la finca Güell, o la Casa Vicenz.
Mucho nos queda para conocer a Gaudí.

Al no ir a Barcelona pronto, podríamos planificar el viaje de antemano: ¡Nos aseguran que se terminarán las obras en la Sagrada Familia en 2026!

Juanita

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