El
viernes pasado 2 de octubre, nos encontramos para la penúltima sesión de la
temporada 2019-20 del club de cine español.
Muchos
faltaban, pero nuestras profesoras, Ligia y Marta, sí que estaban con su
entusiasmo.
Vimos
la película “2 Francos, 40 pesetas” y la comentamos.
Es
una película del director español Carlos Iglesias, en la cual actúa; la estrenó
en 2014. Es la continuación de la película “1 franco, 14 pesetas” que vimos
hace dos años.
En la
primera película hablaba de la emigración de dos hombres, Martín y Marco,
mecánicos fresadores, que vienen a Suiza a buscarse la vida, dejando a su
familia en Madrid. Entonces eran los
años sesenta, España era en crisis y Pegaso les habían despedido. Descubrimos
cómo se adaptan y también cómo se adapta su familia que se reúne con ellos
después de una temporada. Al final de cinco años Martín se vuelve a España y es
un chocó.
Esta
secunda película se sitúa seis años tras su regreso. Él, a pesar de su
formación adecuada, no ha encontrado trabajo sino chapuzas, su mujer lo tiene
todo bien pensado y trata “emanciparse”; su hijo hace de hippie. Deciden volver
al pueblo suizo para el bautismo de la hija de Marco.
Lo habían pasado bien en Suiza, aunque no venían a gastar
sino a ganar dinero. Para ellos son recuerdos y reencuentros, Pablo el hijo se
aproxima a comunidad hippie, descubre los canutos y la sexualidad.
La fiesta del bautismo resulta un gracioso jaleo, con las
madres, la tía y su compañero, los amigos, el amigo italiano, el cura y las dos
examantes.
Al final vemos a Marco y su familia volver a España,
ellos también.
Después discutimos acerca de las dos películas que van
unidas: la España de los 60 – lo retrasada que era- y la actual, la emigración
y la vida de los emigrantes que soportan a su familia (y su país) al mandarles
remesas, ¡cómo echan de menos su vida en Madrid! Hablamos de la educación
(escolar y sexual) en cada uno de esos países, de los modos de vida, las
tradiciones.
También supimos que el guion que escribió Carlos Iglesias
es basado sobre su propia vida y la vida de sus padres. En los años 60 la
emigración era fácil y Suiza era “un país de acogida atractivo y ameno”: tienen
muy buenos recuerdos; al volver 6 años más tarde, la cosa había cambiado.
Dice Iglesias que es “una historia contada desde la
perspectiva y la comprensión que da el tiempo, y desde la ternura y humanidad”.
Subraya que “Emigrar no es tan fácil, volver a sur país tampoco”.
Esa película era fácil de comprehensión, atractiva y instructiva.
Juanita, el sábado 3 de octubre
A pesar
de que se diga “el tiempo perdido no se recupera” el viernes siguiente hemos
comenzado la temporada 2020-21 con:
En
2001, unos amigos de un pueblo cerca de Buenos Aires reúnen dinero para comprar
unos almacenes de grano abandonados a fin de reabrirlos en cooperativa y dar
trabajo a unos cuantos.
Confían
su dinero (en dólares) al banco del pueblo. Avisado y corrupto, el director hace
que alguien saque ese dinero – y también él del banco, el día antes del
corralito.
Comprenden
que es el doctor quién armó la estafa. Entonces se unen para recobrar ese
dinero – sólo lo que les pertenece, no más.
Cada
miembro del grupo va a actuar según sus posibilidades. Al entender que el
dinero está escondido en una caja fuerte dentro del suelo de un campo aislado,
se organizan para recuperarlo.
Son
escenas muy divertidas: la caja fuerte está alimentada por corriente eléctrico
o batería, por lo tanto los amigos piensan que hay que conseguir que sea el
doctor quién apague la corriente. Lo consiguen al cabo de unas peripecias graciosas:
nos dan a ver al doctor cada vez más furioso que se lanza hacia su terreno en
el campo para averiguar la alimentación de la caja fuerte, meten fuego al grupo
eléctrico del pueblo…
Todo
acaba bien, compran los almacenes, abren la cooperativa y dan trabajo como
prometido.
A
pesar de ser divertida, esa película nos permite entender lo del corralito: la
situación económica del país era grave, pero de un día para otro, el gobierno
argentino decide limitar el retiro de dinero. El comercio fracasa, muchos se
encuentran sin trabajo, el país sufre una crisis mayor. Esa regla tardó un año.
Ya que el peso no valía casi nada, la gente se procuraba dólares: son esos
dólares ahorrados que vemos en la película.
También
nos presenta la sociedad argentina: por una parte, un grupo de amigos fieles,
honestos, de personalidad y aptitudes diferentes, unos obreros que lo han
perdido todo; vemos cómo se unen para lograr el objetivo. Por otra parte, la
casta de la gente que posee el dinero, de los ricos que no duda en estafar para
ganar más. El grupo, son unos “giles”, pero ganan ellos.
Esa
película salió en 2019 y la dirigió Sebastián BORENSZTEIN. Es basada en la
novela de Eduardo SACHERI “La noche de la usina” (premio Alfaguara de novela
2016) que leímos en el club de lectura.
Ricardo DARIN, el favorito de nuestro club de cine, desempeña el papel principal: antiguo jugador de fútbol famoso, administra con su mujer (que va a morir en un accidente de tráfico del cual él sale herido) un garaje y estación de servicios, mientras su hijo (su hijo en la vida) estudia en la universidad de Buenos Aires. Es él quien empuja al grupo y el primero en dar ritmo a la comedia. Le rodean actores muy buenos. Parece que lo pasaron muy bien durante el rodaje.
Juanita, el 10 de octubre
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