La novela de Juan Carlos Méndez Guédez escritor venezolano, nos hunde en un
mundo inquietante donde la supervivencia
para la mañana queda el único horizonte de vida para los ciudadanos de
Caracas.
El marco no es sin olvidar la novela de R. Blanco Calderón “The Night” por su negrura.
La violencia, la corrupción, los secuestros, las balas y otras situaciones
amenazantes son tantos sucesos que tienen que afrontar los protagonistas cada día.
Donizetti, empleado gris complaciente trabaja en una agencia de noticias de
estado. Debe mantener dos familias con sus mermados ingresos. Entonces acepta unas
misiones extrañas: trasladar misteriosos maletines desde Caracas hacía varias
ciudades europeas. Pero no le preocupa realmente el contenido de estos maletines
verdes sino el dinero que cae en su cuenta y también aprovechar de la vida del “jet set” que le aleja de la ciudad
infernal a pesar de que las misiones sean estresantes o hechas de interminables
esperas.
Manuel, amigo de estudios del liceo es su confidente. Con su carácter al
lado de la norma social, místico, discreto e ingenioso le ayuda a montar estrategias
de supervivencia que descubre en el análisis de pugilatos famosos.
Donizetti afronta las luchas internas mortales entre servicios, las
relaciones de traición, incluso la tortura y se da cuenta que estos trasiegos
son juegos de engaños. Manuel sufre la injusticia de una dictadura ciega a la situación
de la gente ordinaria y que ha destruido la vida de su propia familia. Entonces
los dos protagonistas, hartos de esa vida planifican de huir; Donizzetti con sus dos familias de este país invivible; es decir
hacerse un montón de dinero con el supuesto contenido de los maletines.
La novela vale sobre todo por la descripción de sus personajes que navegan lo
mejor que pueden en una ciudad maltratada. El autor se defiende de haber
escrito una crítica política y social, pero lo es por su descripción de la
violencia cotidiana que contamina el modo de vida de cada uno.
Cuando el autor habla de la elaboración de sus protagonistas ha puntualizado
en una entrevista: “los personajes son construcciones que haces a partir de
gente que existe. Mezclas en un personaje seis o siete personas que conoces y
así salen los protagonistas, en este caso dos amigos en su intento de emprender
una huida”, y de añadir “Los maletines es un artefacto de ficción”.
Finalmente más allá del guion de historias de espionaje bastante palpitante,
lo que nos cuelga es esta “foto del dolor”, escrita con distancia, ironía pero
también compasión por los dos héroes y la gente caraqueña. Carlos Méndez Guédes
desea con su obra grabar para el futuro una memoria de lo que la Venezuela es y
fue.
Thierry
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