El padre sin cabeza
Esta leyenda se originó en las
ruinas de los templos abandonados como en la Antigua Guatemala, Santa Inés una
aldea que está en la entrada de Antigua Guatemala. Se dice que aparece en las
noches con la luz de la luna, "un cura que, rodeado de incienso, celebra
misa", pero cuando está lo suficientemente cerca se puede distinguir que
no tiene cabeza.
El "cura sin cabeza"
es también conocido como el Sacerdote, Fraile o Padre sin cabeza, es un
fantasma que deambula por las noches, sin embargo luce como un sacerdote
católico vestido con sotana pero con la cualidad de no tener cabeza. También se
ha escuchado que aparece en el interior de recintos religiosos celebrando misa
o bien en sitios donde se guardan tesoros.
En Guatemala se ha visto a un fraile que al caminar no pisa el suelo, regularmente en iglesias más antiguas como La Merced, Catedral, Santo Domingo y San Francisco. Se asegura que al verlo fijamente se vuelve transparente y se distingue sin cabeza. Hay quienes aseguran que al llamar su atención o intentar entrar en contacto con él, este deja una sensación de malestar, náusea, miedo, escalofríos y deja una extraña impresión de tener las piernas hinchadas.
Los arrieros eran quienes
desafortunadamente se encontraban al fraile con más frecuencia, lo describían
como un hombre de estatura alta de sotana negra y estola blanca. Al encontrarse
con el espanto a diez metros de distancia, este desaparecía provocando que el
arriero sintiese un frío helado con el objetivo de paralizarle. Después de unos
pasos más, el cura había pasado a través de las mulas junto al arriero y
continuaba su camino.
Sin embargo hay varias versiones sobre esta leyenda, pues otros aseguran que el cura llevaba la cabeza debajo del brazo envuelta en hojas sanguinolentas y amarradas con bejucos que recogía en el bosque.
Se resalta la historia de Abelino
Chaj, un albañil al que le gustaba mucho la bebida, quien era vecino de San
Miguel Petapa. Las personas que lo veían en estado de ebriedad malgastando su
dinero, lo invitaron a asistir a misa pero este muy enojado respondió que no
creía en lo que los curas decían. Una noche se encontraba saliendo de una
cantina cerca de la antigua iglesia de San Miguel Petapa, al escuchar el sonido
de las campanas curiosamente decidió acercarse para corroborar lo que escuchaba.
Cuando entró observó una nube de humo frente al altar, se percató que un
religioso presidia la misa pero su sorpresa fue grande, pues se dio cuenta que
el cura encargado de la misa no tenía cabeza. Al instante cayó muerto al suelo,
los ancianos aseguraban que sufrió dicho accidente porque cometió blasfemia en
contra de lo más sagrado lo cual eran las enseñas de Cristo.
Fuente:
publirutagt.com, wikipedia.org
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