Por Felipe M
Caminando por la playa de Las Canteras, en mis búsquedas
de tesoros, ¡obvio! con un detector de metales, enriqueciendo mi colección de
cápsulas, estaba un poco desanimado. Me puso a pensar que debería haber una
mejora manera de hacerse rico, aunque
hace siglos que perdí esa esperanza
Hasta la fecha, a parte cápsulas, casi siempre del mismo
tipo, encontré llaves, monedas menudas, y otras baratijas. Sigo preguntándome
para qué gasté tan dinero para comprar este aparato. Mi consuelo es que tengo
la impresión de participar en la limpieza de la playa. Detector de basura, es el
nombre que el aparato merece y yo también. Así que lo apagué. Continué mi paseo,
dedicándome a mirar el mar y el
horizonte y ya no la arena cuyo único papel ahora era de estar pisada. Siempre
el horizonte me ha fascinado, frontera evanescente que a diferencia de las
demás fronteras, en vez de impedirte el paso, te invita a traspasarla, a ir más allá Mover el horizonte, suena sueño de niño.
Absorto en mis divagaciones no vi el pedazo de metal que sobresalía del suelo y fue mi dedo gordo del pie que me avisó de su presencia porque fue a topar con él. Me dolió. Me agaché y emprendí a desenterrar por completo el misterioso objeto causa de mi herida. Y encontré esto.
El viento, el Alisio |
El Viento, el Alisio VII de Chirino |
Lo más probable era que venía de un barco, quizá después
de su naufragio.
Me evocaba la forma de un alto parlante, de un sillón, de
un caracol, de una concha, de una antena para comunicar con los
extra-terrestres.
Acudió a mi mente que los habitantes primitivos de Las
Canarias grabaron muchas elipses en la roca y que muchos marineros pasaron por
esas islas. Algunos habrán sido inspirados por les huellas en la roca para
imaginar este objeto y llevárselo con ellos como un amuleto que les
garantizaría el regreso sano y salvo.
¿No se puede hablar de navegantes que hayan pasado por Las Canarias sin hablar
de Cristobal? Él fue uno de los que desafió el horizonte en busca de otros
horizontes o no sé hasta donde su imaginación lo hubiera llevado. La
imaginación es el camino dorado a todas partes, sin embargo, aunque era
sediento de oro, no creo que la búsqueda de la elipse dorada fuese uno de sus
sueños.
Febrero 2023
Felipe M
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