Cuando llegué a la librería Le Square, la sala ya estaba
abarrotada de gente y eso que creí llegar demasiado pronto. Agarré la última
silla. Los que llevaron después se quedaron de pie.
Leonardo Padura es un hombre listo. Supo poner de buen humor a la audiencia. Para rendir homenaje a su "cubanidad" y al eterno héroe de sus novelas, empezó la reunión con un trago de ron.
Vaya por delante que cuando vimos la botella, un
sentimiento de alegría se propagó por la sala. Duró poco. A pesar de su aire de rey de la fiesta, nos decepcionó a todos y lo vi un poco mal educado,
eso sí, porque solo los tres bebieron, si mismo, el entrevistador y el hombre
ilustrado que hacía de traductor, él de la cabeza lustrada, cuyo nombre no mi
acuerdo. A lo mejor, al final, los que quedaron pudieron probar el brebaje. Yo
ya me habré ido.
Sin embargo, eso no era el propósito del encuentro, y me
encantó mucho su manera de hablar, su sentido del humor, su simplicidad, su
falta de falsa modestia. Reconoce que es un escritor reconocido, experimentado,
adicto a su personaje fetiche Mario Conde, hasta el punto que casi volvió incapaz de escribir
una novela sin que se viera obligado a recurrir al ex policía, ahora detective por su cuenta, pero sobre
todo para ayudar a amigos.
Nos detalló la historia y la cronología de su obra, de
cómo fue sorprendido si mismo del éxito de su primera novela con el policía
Mario Conde, como prefirió que saliera de la policía, por no aguantar más la
violencia, como hubo que imaginarle otras formas de ganarse la vida. No se
pueden evitar las comparaciones con Sam Spade, el personaje de Dashiell Hammett
que aparece en su famosa novela "El Halcón Maltes» Padura se aseguró
siempre que la carrera de su héroe evolucionara con su edad y con los cambios
de la sociedad cubana. De hecho, obtuvo el Premio Internacional de Novela
Histórica Barcino en 2018. De la misma manera en sus tiempos, el protagonista
de las novelas de Manuel Vásquez Montalbán, Pepe Carvalho nos contaba algo de
la transición española. Anteriormente, en 2017, Arturo Pérez-Reverte había
recibido este premio.
Por supuesto habló de la historia de su nueva novela, La
Transparencia del tiempo" en la que Mario Conde acepta de ayudar a un antiguo amigo del instituto, Bobby, a
buscar una Virgen Negra que le han robado. La talla es muy valiosa desde todos
los puntos de vista: histórico, sentimental, y económico. La historia transcurre a lo largo de varias épocas, y un personaje clave de la historia aparece con el mismo nombre a cada
época, un tal Antoni Barral, lo que simboliza y justifica, entre otras
consideraciones, la elección del título, "La Transparencia del Tiempo".
Felipe
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