Masa: - 1 kg. de harina - 2 huevos - 8 g de levadura de panadero - 5 cucharadas de azúcar - 125 grs. de mantequilla derretida - ½ litro de leche tibia - Agua tibia cantidad necesaria - ½ cucharadita de sal |
Relleno - Jamón ahumado - Aceitunas - Tocineta - Pasas o uvas pasas - Yema de huevo para pintar |
Mezcle
la levadura, el agua tibia y una cucharada de azúcar. Espere 20 minutos hasta
que esponje. Después, combine los demás ingredientes amasando muy bien. Luego
deje que la masa se levante durante una hora y media. Acto seguido, divida la
masa en cuadrados finos y rellene con el jamón ahumado, se alinea las
aceitunas en dos columnas para que cada
pedazo cortado después tenga una, picar otras y distribuirla por toda la masa y
las pasas.
Cierre o enrolle el pan, humedecer con un poco de agua los extremos
para sellarlo bien, hágale unos agujeros
con un cuchillo o tenedor y déjelo reposar una hora, cubierto con papel
transparente y un paño. Al concluir el tiempo, use un pincel o brochita y
píntelo con una yema de huevo.
Al terminar llévelo al horno a 350º F durante 35
ó 45 minutos. Abra el horno y… ¡Listo para comer!
Este manjar nace
en Caracas por el año 1905, se le atribuye la receta al panadero don Gustavo
Ramella, por épocas decembrinas lanzó a la venta en su panadería del centro de
la ciudad. Se hacía con masa de pan sobado que se rellenaba con los restos del
jamón, luego de dejarlo remojando en una preparación que incluía vinos, clavos,
piñas, canela, papelón, etc. En aquel momento el pan solo llevaba jamón dulce,
pero su rápida aceptación incentivo a otras panaderías de la ciudad a competir
incorporándolo a sus ofertas con alguna variante que lo hiciera más atractivo,
se incorpora al relleno las pasas, para 1920 ya había variantes con otros
ingredientes como pasa, aceitunas, almendras, nueces y alcaparras. Desde sus orígenes fue un producto
industrial que se transformó en tradición navideña. No es sino a partir de los
años ochenta, con la publicación de las primeras recetas en revistas y
periódicos, que el pan de jamón comienza a hacerse en casa. En verdad no
tenemos costumbre de preparar el pan en el hogar, salvo algunas familias
andinas. Es más fácil adquirirlo en la panadería de la esquina. Pero poco a
poco esto ha ido cambiando y cada día son más los que se atreven a enharinarse
las manos, entrarle de lleno a la cocina y hornearlo en casa justo el mismo día
de la fiesta, para comerlo bien calientito, que sabe a gloria.
Gustoso ! Sabroso !
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